El Departamento de ministerios de mujeres existe para mantener, alentar y retar a las mujeres adventistas en su peregrinación como discípulos de Jesucristo y miembros de su iglesia mundial.
Galvanizar la energía y los recursos de los hombres para Dios, la familia, la iglesia y la comunidad. Hombres que aman y han comprometido su energía y recursos a Dios, a la familia, a la iglesia y a la comunidad.
La declaración de misión del Departamento de Ministerios Jóvenes refleja su énfasis en el servicio y su confianza en las capacidades de la generación más joven: “Llevar a los jóvenes a una relación de salvación con Jesucristo y ayudarlos a abrazar el llamado divino al discipulado”.
El objetivo general de Ministerios Familiares es fortalecer a la familia como un centro de discipulado. La familia fue establecida por la creación divina como la institución humana fundamental. Es el entorno principal en el que se aprenden los valores y se desarrolla la capacidad para establecer relaciones cercanas con Dios y con otros seres humanos.
La oración es el simple acto de conversar con Dios. Significa hablar con el Creador del Universo: ya sea en voz audible o con el pensamiento, durante momentos especiales o comunes, cuando estamos en movimiento o antes de ir a la cama. Es el privilegio que tenemos como sus hijos, una conexión directa con Dios. No hacen falta mensajes de voz, ni llamadas en espera.
Ministerio de Oración
La Iglesia Adventista del Séptimo Día reconoce la autonomía de cada individuo y la libertad de escoger que Dios ha dado a cada ser humano. En lugar de ordenar normas de conducta, los adventistas se hacen un llamado mutuo a vivir como ejemplos positivos del amor y el cuidado de Dios.
Dios nos hace responsables de nosotros, el mundo, nuestros prójimos y los recursos materiales. Cuando vivimos para él, Dios bendice nuestros esfuerzos.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día cree fuertemente en la libertad religiosa para todas las personas. La conciencia de una persona, no el gobierno, debería dictar sus elecciones de adoración o de falta de ella.
Ministerio Personal es una faceta de la iglesia cuyo origen se remonta al comienzo de la historia Adventista del Séptimo Día en la década de 1860. Se esfuerza por inspirar, motivar, equipar, entrenar y movilizar a todos los miembros.